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		Requiere de un terreno limpio de árboles, pues el halcón tiene que volar bajo la dirección del halconero. La técnica de altanería consiste, en que después de haber tomado el halcón su altura, el cetrero levanta  la caza, para que con su picado el pájaro intente capturarla.   En esta  modalidad se cazan sobre todo pluma, perdices, palomas y córvidos.
	
	
	
	
		
	
 
	
	
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		Se desarrolla mediante dos tipos de lances: 
a) Lances por altanería. Se practica 
con halcones, habitualmente con la 
colaboración de un perro de 
muestra. Salen del puño y toman 
altura antes siquiera de avistar la 
presa. Atacan desde el aire. 
b) Lances de mano por mano. En este tipo de lance el ave sale en persecución directa 
desde el puño del cetrero. Si alcanza gran altura, como en el caso de la caza de cornejas 
con halcón, podemos hablar de alto vuelo. Los lances de mano por mano son más 
habituales con aves de bajo vuelo. 
	
	
	
	
		
	
 
	
	
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		La altanería está reservada a los halcones pero no a todas sus especies ya que las hay más 
altaneras que otras. Esta modalidad está destinada a la caza de otras aves, siendo las perdices y 
los patos las piezas más apreciadas en la Península Ibérica. Es una de las más difíciles y bellas 
modalidades de la Cetrería. 
En altanería puede acompañarte un perro de 
muestra. En estos casos la secuencia del lance puede 
diferir, porque puedes soltar al halcón sin haber 
localizado previamente a la presa. Mientras el 
halcón está volando batimos el terreno con el perro. 
Cuando encuentre la pieza, hará la muestra y la 
levantará a una orden tuya, que será cuando el halcón 
esté preparado en la vertical. 
El halcón llega a reconocer al perro como un gran aliado y no lo pierde de vista en el campo, 
porque tras varios lances, sabe que es él quien va a encontrar y a levantar la presa. El hombre no 
es ni más ni menos que el director del lance. 
Puedes batir el terreno sin perro pero es menos efectivo, siendo más recomendable localizar 
antes las presas, por ejemplo recorriendo los caminos en coche y observando el terreno con 
prismáticos. 
Un buen halcón altanero gana altura batiendo alas pico a viento sin planear. Evita 
ayudarse por las térmicas o corrientes ascendentes de aire caliente. Si quieres practicar altanería 
de la forma más pura, debes volar tu halcón cuando la presencia de térmicas sea escasa o nula. 
Volando con térmicas el halcón se hará vago y no montará cuando no aparezcan estas 
corrientes de aire caliente.
Todos estos pasos suenan fáciles pero las dificultades que se pueden dar en el 
entrenamiento y caza por altanería son muchas. Estos contratiempos son consecuencia de un 
mal entrenamiento y de un incorrecto control del peso, pero también de las circunstancias que 
se den en la jornada de campo. Por ejemplo:
â Que el halcón no coja altura por más que lo intentemos entrenar para ello. 
â Que el halcón coja altura y luego la pierda. Esta acción recibe el nombre de 
desemballestar. 
â Que no vuele centrado sobre nosotros. 
â Que ataque sin convicción a las presas. 
â Que no quiera atacar a las presas silvestres. Esto ocurre con halcones que vuelan 
habitualmente a escapes de paloma. El halcón espera el momento de servir, haciendo caso 
omiso por ejemplo de la perdiz que rompe a volar en el campo. 
â Que se dedique a la persecución de raleas estropeando los lances. Muchos halcones 
jóvenes y poco experimentados pueden distraerse con pajarillos u otras aves que no sean 
nuestro objetivo. 
â Que lleve en mano. Puede ser un gran problema que el halcón al ver cómo nos 
acercamos quiera llevarse la presa (o el señuelo) para que no se la quitemos. Llevar en 
mano suele ser consecuencia de un mal manejo. 
â Que el halcón tras el lance no quiera bajar a nuestra llamada al señuelo. 
â Que perdamos al halcón en un lance por salir en persecución de la presa tras el 
picado, porque no quiera salir de una térmica y se pierda en el cielo, porque persiga a 
una ralea, etc. (¡cuántos halcones se han marchado por ver a lo lejos un bando de 
palomas!). La telemetría es absolutamente fundamental para practicar altanería 
porque los halcones se pierden de vista con demasiada frecuencia. 
	
	
	
 
	
		
	
 
	
	
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