Pajaro Silvestre

Versión completa: Introducción del pienso en la dieta
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Adoptar una mascota implica un cambio importante en nuestras vidas. Desde el momento en que un animal entra en nuestra casa adquirimos una nueva responsabilidad. Nos corresponde cuidarlo, atenderlo y satisfacer todas sus necesidades para asegurarnos de que vive en las mejores condiciones posibles.

Idealmente, antes de la adopción, deberíamos conocer ya las características básicas del animal que adquiriremos y los cuidados que deberemos ofrecerle.  Pero esto  no siempre es así. En algunas ocasiones resulta complicado acceder a información fiable y la que tenemos a mano es discordante entre ella o con nuestra experiencia. Así, nos vemos obligados a realizar correcciones sobre la marcha en la alimentación, en las instalaciones o en el manejo y, con frecuencia, debemos guiarnos por nuestras propias intuiciones.
Esto es lo que en actualidad sucede con la incorporación de los alimentos completos en la alimentación de los loros. Con este artículo queremos ayudar a los propietarios de loros a aplicar un cambio de alimentación y a entender por qué su mascota mira con recelo el nuevo alimento.

 

LA ALIMENTACIÓN UN PILAR DEL BIENESTAR ANIMAL

Uno de los aspectos más relevantes, hablando del bienestar de un loro, es la alimentación.  Desde hace unos años, se están desarrollando productos de alimentación específicos para psitácidos que ofrecen dietas equilibradas para las diferentes especies de loros y para cada una de las etapas de crecimiento y/o estados reproductivos.  De esta manera, podemos garantizar que los loros al consumir estas fórmulas tendrán cubiertos satisfactoriamente sus requerimientos nutricionales, sin la necesidad de añadir otros alimentos, como se estilaba anteriormente cuando las dietas estaban constituidas esencialmente por mezclas de semillas. Entonces se debían  compensar las carencias buscando complementos de diversa índole. Además de tener trabajo extra en su preparación, no se podía constatar que los animales consumieran las cantidades adecuadas de cada uno de los ingredientes.
Por desgracia, es común que los loros que consumen básicamente semillas desarrollen padecimientos asociados a carencias de vitaminas y minerales. En cambio, paradójicamente, estos animales se muestran reticentes a consumir otro tipo de alimentos. Por ello, con frecuencia, el propietario interpreta que lo mejor para su animal es continuar con la dieta inicial y permitirle escoger la semilla preferida.
El propietario desconoce que esta actitud es debida, entre otras cosas, a la incapacidad del loro para aceptar inmediatamente los cambios, esto como consecuencia de la falta de estímulos ambientales, a la falta de novedades en su vida cotidiana. Los animales que viven en ambientes poco enriquecidos manifiestan neofobia a una gran diversidad de estímulos ambientales. La neofobia es una respuesta de temor ante estímulos desconocidos. Ello puede incluir otros alimentos distintos a los habituales. Por otra parte, los animales han aprendido a identificar como único sustento la mezcla de semillas y les cuesta entender que el nuevo producto ofrecido es un alimento.

 


HACIA UNA DIETA COMPLETA Y EQUILIBRADA

La mejor opción para alimentar nuestros loros es ofrecerles dietas completas. Comúnmente a estos alimentos se les denomina piensos. En el mercado encontramos piensos con niveles de calidad y apetencia muy diversos y con una mayor o menor especificidad. Nuestros piensos PSITTACUS están en el rango más alto en cuanto a calidad y apetencia y ofrecemos fórmulas específicas y adecuadas a las diversas especies a alimentar.

Es importante conocer que no podemos cambiar súbitamente la dieta de una mascota. Especialmente si es un loro que no convive con otros congéneres. La sustitución de la dieta de semillas por pienso, al igual que cualquier cambio en los hábitos de un animal, debe seguir un procedimiento paulatino.
Para establecer un método que nos dé confianza, recomendamos fijar los avances con pautas de porcentajes y por días de duración. Sin embargo, el tiempo total necesario para concluir la modificación de la dieta es relativo, ya que el principal indicador para  ir avanzando en el plan establecido es la respuesta individual de las aves ante los cambios presentados.  Es importante no precipitarnos y no forzar en exceso a los loros, ya que el efecto podría ser contraproducente. 
El plan que presentamos de cambio de dieta pretende ser un esquema válido para todos. Pero insistimos en que cambiará el tiempo invertido, según la velocidad de avances de nuestro loro.
Es por ello que el primer paso consiste presentar el pienso a la dieta ofrecida con la única finalidad de conocer la respuesta del loro. Es posible que desde un inicio el animal lo coma con placer, pero sucede con frecuencia que algunos animales ven con temor el nuevo alimento y sistemáticamente lo deja en el comedero.

 

ALGUNAS CONSIDERACIONES PREVIAS

Si a nuestro loro le cuesta hacer un cambio de alimentación, es conveniente que  consideremos que la no aceptación de un alimento puede deberse a múltiples aspectos ajenos al propio alimento. Tal como hemos comentado anteriormente, puede deberse a neofobia, puede preferir seleccionar alimentos ya conocidos, es posible que la cantidad de alimento ofrecido sea superior a la ingesta normal o bien que esté condicionado por el propietario...
Por otra parte, la manera en la que un alimento es presentado puede ser determinante para su aceptación. Ofrecer un nuevo alimento simultáneamente al habitual en comederos separados facilita que el loro, en primer lugar ingiera las semillas con normalidad y en segundo lugar que ignore el pienso, por lo que es necesario reducir las posibilidades se selección de alimento.
El tipo de comedero utilizado y el espacio de la jaula donde se ubica, pueden ser también factores decisivos.

 

PROGRAMA DE CAMBIO DE ALIMENTACIÓN

Proponemos un cambio de alimentación en dos semanas
El cuadro que tenemos a continuación ejemplifica el cambio de alimentación a seguir con un loro adulto que presente cierto grado de respuestas neofóbicas ante el nuevo alimento. La duración de dos semanas en un cambio de alimentación es recomendable como un patrón estándar. Aun así, cada caso debe tratarse individualmente con un plan diseñado a medida.

[Imagen: ce252e41c99e9f0804c87172107fad4b.png]

0-    Antes de empezar, valoraremos la cantidad de alimento real ingerido por el loro.


La cantidad de alimento ofrecido debe ser el justo para el animal, es decir, no debemos ofrecer semillas adlibitum más el nuevo alimento porque entonces difícilmente hará el paso de probar algo distinto. Lo primero que debemos hacer es calcular la cantidad de consumo por día que tiene nuestra ave de su alimento habitual. Para que nos sea fácil, sugerimos hacerlo en volumen en un vaso que nos sirva de medidor. Esa será la medida máxima de alimento que ofrezcamos y la que progresivamente iremos sustituyendo. La imagen tomada en 5 momentos ejemplifica la sustitución progresiva que aplicaremos y se corresponde al cuadro explicativo del punto anterior.


1-    Debemos habituar el ave ante el nuevo alimento.

Para evitar asociaciones no deseadas con el nuevo alimento es ideal que el ave no se encuentre dentro de la instalación o bien el  pienso no esté a simple vista en el momento de introducirlo a la jaula. Además, sugerimos que los primeros días se situé el pienso en diversas zonas de la jaula y en tipos de comedero distintos (conocidos), unos 15 minutos antes de ofrecer la dieta acostumbrada. Dejémosle un tiempo para que pueda casualmente descubrir algo nuevo antes de colocar el comedero habitual.
A última hora del día debemos retirar todos los comederos y bebederos, esto nos servirá por una parte, para que el loro no consuma alimento sucio por la mañana del día siguiente y por otra parte, a que se acostumbre a que tiene un tiempo limitado para consumir su dieta.

2-    Podemos iniciar la sustitución del alimento cuando el ave ya está familiarizada con el nuevo alimento. No antes.

Una vez que estemos del todo seguros que el pienso no representa un estímulo negativo para el animal, entonces comenzaremos a ofrecerlo en el comedero habitual y, si tiene más de uno, en el preferido. Sólo colocaremos pienso y agua fresca a primera hora de la mañana.  Esperaremos al medio día para añadir después el resto de la dieta en el mismo comedero,  de tal manera que quede mezclada con el pienso.  Este paso lo repetiremos los días siguientes hasta que podamos garantizar que el ave está consumiendo un mínimo de pienso.


3-    Cuando nuestra ave ya ha probado el pienso, avanzaremos en la sustitución.

El tercer avance será reducir gradualmente el porcentaje de semillas ofrecidas. Manteniendo el mismo método de ofrecer primero el pienso solo.  El tiempo de espera antes de añadir las semillas debe ser distinto cada día para evitar que el loro se acostumbre a esperar para comenzar a comer.  Pero no deberemos excedernos, ya que es importante que los psitácidos coman por la mañana. 
Cuando la cantidad ofrecida de pienso y semillas están equilibradas podemos avanzar con mayor ritmo.


4-    Utilicemos las semillas como un premio.

Sugerimos comenzar a cambiar el uso de las semillas. En lugar de dejarlas a disposición del loro en el comedero, es muy interesante ofrecerlas de nuestra mano como un premio extra, cuando hacen algo que nos interesa que repitan. De esta manera podremos, además, mejorar nuestra convivencia con nuestro animal de compañía.

 

LA DIETA DE NUESTRO LORO

Para considerar que la alimentación está completa y bien equilibrada debe contemplar los requerimientos nutricionales y las necesidades físicas y psicológicas. La palatabilidad y la conducta alimentaria, como la manipulación del alimento, son aspectos fundamentales en la alimentación de un loro.  Es por ello que la ración diaria ideal debe incluir pienso de calidad, agua limpia y fresca, una mezcla de frutas y verduras, y semillas como premio extra a la dieta.
Si nuestro loro no come fruta, de la misma manera que se ha introducido el pienso, podemos integrar frutas y verduras en su dieta. Aunque el pienso es un alimento completo, nutricionalmente hablando, la estimulación sensorial y la variedad de gustos y texturas que ofrecen las frutas enriquecen considerablemente la vida de nuestras mascotas, por lo que su uso es más que recomendado, indispensable.