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Adiestramiento ninfa ( carolina )
#1
La Carolina es capaz de realizar muchas habilidades. Son excelentes y resistentes voladoras, y grandes trepadoras; pueden imitar ciertas palabras y silbidos. Su habla es sencilla y menos clara que la de algunos loros de mayor tamaño o la de algunos mainates. Si quieres enseñar a hablar a tu pájaro, comienza con palabras de dos silabas con vocales claras, como "hola", "coco", "loro", etc. Es posible que necesites tener mucha paciencia, ya que no es conveniente avanzar a nuevas palabras hasta que el pájaro consiga decir las primeras correctamente. Al enseñar nuevas palabras, asegúrate de que las primeras no caen en el olvido.
Para que no se te haga tan cansado, puedes grabar la palabra en un caset o CD y ponérselo y que vaya repitiendo la palabra.


DOMESTICACIÓN

Las Carolinas son fáciles de domesticar mientras son jóvenes (unos pocos meses) y están solas (sin pareja o compañero). La domesticación de parejas y de pájaros de más edad resulta mucho más difícil. La mayor parte de los expertos recomienda recortar las alas antes de comenzar a acostumbrar las Carolinas a las manos. La domesticación es más difícil cuando no se recortan las alas, pero es posible.


MANIPULACIÓN

Ocasionalmente los pájaros han de ser manipulados y cogidos firmemente, por ejemplo, para un examen detallado, para recortar sus alas, para recortar el pico o las uñas, y para la administración de medicamentos. La manipulación de un pájaro domesticado no constituye un problema. Sin embargo, la manipulación de un adulto nervioso con tendencia a dar picotazos, puede ser un desafío. Para manipular a un pájaro no domesticado, ponte un guante, cierra las ventanas, corre las cortinas, reduce la iluminación y emplea una red, o una tela, etc., para capturar al pájaro. Trata de hablarle con voz tranquila y calmada, y acércate a él de modo que no vea en ti una actitud amenazadora ni extraña.
La mejor manera de manipular una Carolina consiste en cerrar la palma de tu mano sobre el dorso y las alas del pájaro, sujetando firmemente la cabeza entre tu pulgar, índice y dedo medio.



LOS PRIMEROS PASOS

La época más estresante para una ninfa (carolina) domestica son los primeros días en su nuevo hogar. Es por tanto importante tranquilizar al ave rápidamente para que se convenza de que no va a sufrir ningún daño. Después de instalar a la ninfa (carolina) en su nueva jaula, debe dejar que se las arregle por si sola durante el resto de ese día y la noche. Después de eso, sin embargo, no deje a la ninfa demasiado tiempo en paz y quietud. Para que la domesticación sea un éxito, cuanto antes empiece, mejor. Ponga su mano en la jaula y manténgala ahí. (Es mejor inicialmente llevar una fuerte lona o guante de cuero; el pico o las garras de una ninfa (carolina) son sorprendentemente afilados y fuertes). El ave pronto aceptara su mano como parte del mobiliario de la jaula, especialmente si mueve la mano arriba y abajo. Más de una vez se ha conseguido que una ninfa o carolina joven se siente en el dedo a los quince minutos del inicio de esta primera sesión de adiestramiento.

Es importante que el ave se vaya conociendo íntimamente. Así pues, cada vez que traiga comida o agua, que limpie la jaula o que este ocupado de cualquier otro modo con la ninfa, llámela por su nombre claramente. Un nombre corto, fácil de repetir, como Niko, Nina, Luna o Perla.

Cuando el ave se de cuenta de que su mano no representa un peligro, la aceptara como cualquier otro accesorio de la jaula. Una aves tardaran más que otras en hacerlo; es cuestión de personalidad. Bajo ningún concepto debe perder la paciencia y hacer movimientos bruscos; podría sacrificar así cualquier progreso que hubiera hecho hasta entonces. Una vez que la ninfa (carolina) deje de tener miedo de su mano, puede extender el dedo índice y acariciar suavemente su pecho y vientre, acercándose gradualmente a las patas al presionar con cuidado el vientre, justo por encima de las patas, la ninfa debería subirse a su dedo, usándolo como percha. Si esto no tiene éxito al principio, vuelva a la primera parte del ejercicio y de al ave más tiempo para acostumbrarse a su mano. Inténtelo otra vez después de que su mano sea una vez más aceptada sin miedo.

No saque la mano de la jaula aunque la ninfa empiece a revolotear violentamente. Manténgala dentro sin moverla hasta que se pose. De ningún modo debe quitar la mano ya que el ave podría creer (en la medida en que es capaz un ave) que se ha "apuntado un tanto" y así seria más probable que se repitiera su actitud la vez siguiente. No retire su mano de la jaula hasta que haya hecho algún progreso, por pequeño que sea.



FUERA DE LA JAULA

Tan pronto como la ninfa (carolina) acepte su dedo como percha, debe enseñarle a volver a s percha desde este y haga un ligero movimiento estimulante; al mismo tiempo, puede darle una voz de mando como "arriba". Realice este ejercicio durante varios días hasta que la ninfa lo realice perfectamente.

La primera excursión de una ninfa (carolina) fuera de la jaula debe de ser corta. Primero, consiga que el ave se siente en su dedo; entonces, saque su mano de la jaula lentamente, hablándole a la ninfa todo el tiempo con una voz tranquilizadora. La primera vez que saque a su ninfa de la jaula, seguramente querrá revolotear e inspeccionar cada rincón de la habitación. Si esta bien adiestrada, esta volverá a su jaula cuando se le ordene. Al principio, sin embargo, quizás necesite ofrecerle una recompensa comestible para que vuelva, pero a la larga esta recompensas especiales no serán necesarias. Se recomienda que le de una orden fija, como por ejemplo "ven". En el caso de que la ninfa no obedezca, puede utilizar un palo de bambú de un diámetro de 1,30 cm. más o menos o una percha en T de similares dimensiones a fin de recuperar la ninfa.

Si presiona la percha con suavidad contra su vientre, la ninfa seguramente se subirá a ella. Entonces, dirija lentamente el palo hacia la jaula; cuando el palo este a la altura de la puerta de la jaula, probablemente el ave se introducirá en ella sin mayores ceremonias. Sin embargo, es importante seguir practicando este ejercicio de adiestramiento hasta que la ninfa (carolina) vuelva a su jaula cuando se le ordene. Si tiene que atrapar a la ninfa cada vez que quiere que vuelva a su jaula, la experiencia no sólo será desagradable y posiblemente tensa para el ave, sino que también le dejará a usted con una sensación de fracaso.

Cuando entrene a la ninfa para salir de su jaula, también puede usar una percha en vez del dedo descrito más arriba. Coloque la percha en T en la jaula (utilizando el fondo desmontable de la jaula si no cabe por la puerta) y déjela dentro para que la ninfa (carolina) se acostumbre a ella. Entonces recoja la percha despacio y desplácela repitiendo el movimiento varias veces hasta que la ninfa acepte la situación como natural.

Es posible que la ninfa reaccione más positivamente si se acerca a ella por detrás moviendo la percha en T sobre su espalda y cabeza en un movimiento semicircular hasta llegar al vientre. A continuación, empuje suavemente a la ninfa y anímela a subirse a la percha. Si no lo hace inmediatamente, acreciente su presión de manera ascendiente hasta que sea literalmente "forzada" a subirse a ella. Si la ninfa (carolina) empezara a mostrarse asustada y obviamente nerviosa, espere unos minutos a que se calme antes de proceder; de lo contrario, podría empezar a trepar y a revolotear de un lado a otro de la jaula, y también podría coger miedo a la percha en T.

Las ninfas no tardan mucho en descubrir qué partes de la habitación les gusta más; frecuentemente se colocan cerca de espejos, ventanas y otros objetos relucientes. Tome nota de estos lugares de modo que pueda vigilar al ave cuando esté fuera de la jaula. Dejar que una ninfa vuele libremente por una habitación es algo arriesgado. Con su considerable envergadura y la presencia de objetos frágiles en la habitación, la ninfa podría romper alguna cosa e incluso herirse si no se toma las precauciones adecuadas.

Una vez que se haya acostumbrado a la habitación y sea capaz de volver sola a su jaula sin dificultades cuando se le ordene, puede enseñarle el siguiente ejercicio de adiestramiento. Cómo conseguir que pase de una mano a otra: permita a la ninfa que pase de una mano a otra saltando o dando tantos pasos como quiera. Esta puede ser una actividad agradable y relajante tanto para usted como para ella. Cuando la ninfa crezca acostumbrada a tales actividades y se dé cuenta de que usted no representa ningún peligro, empezará a explorar otras partes de su cuerpo: correrá por su brazo, se sentará en su hombro o en su cabeza picoteando suavemente su oreja, tirará de un mechón de su pelo o le "hablará".

Ahora puede realmente decir que es el orgulloso dueño de una ninfa domesticada "a mano".



ADIESTRAMIENTO PARA LA PERCHA EN T

Como se ha dicho se puede utilizar una percha en T para persuadir a una ninfa "difícil" a que vuelva a su jaula una vez que se haya terminado la clase. Esta percha es para la ninfa (carolina) un lugar de descanso natural y puede usarse para muchos aspectos del adiestramiento. Aunque muchos adiestradores de aves usan su dedo en el adiestramiento inicial, otros prefieren usar ese tipo de percha. Dicha percha debe tener una superficie rugosa para que la ninfa pueda tener un buen control. Si la percha es demasiado lisa, debe rasparse con un áspero papel de lija, pero tenga cuidado de no dejar astillas afiladas.

Antes de proceder, debe remarcase que la ninfa no puede reconocer el sexo de otra por su apariencia. Es el comportamiento lo que las capacita para distinguir al macho de la hembra; observe, por ejemplo, la agresividad de los machos cuando se miran el uno al otro. Sin embargo, cuando una hembra mira a un macho, a menudo inclina su cabeza hacia un lado y aparta la mirada, como si no tuviera el más mínimo interés por él. Si está excitada, sin embargo, puede observarlo de cerca de la vez que hace movimientos de inclinación y reverencia, y tal vez abra su cola como un abanico, haciendo durante todo el tiempo pequeños sonidos rechinando con su pico.

Todo esto no es más que una manera de decir que hay que aproximarse a la ninfa con cuidado y compresión. Cualquier objeto (ya sea un dedo, la mano o una percha en T) que se mueva directamente hacia ella podría entenderse como un posible movimiento agresivo de una ninfa macho. La percha en T debe moverse hacia la ninfa (carolina) desde un lado, muy despacio. Si lo calcula bien, la ninfa percibirá la percha en el último momento posible (demasiado tarde para proceder a una acción evasiva). Entonces debe apretar la percha suavemente contra la parte de su abdomen más cercana a sus patas. Pero si el ave percibe sus movimientos antes de que esté listo, retire la percha despacio y escóndala tras de si durante un rato. Cuando la ninfa se relaje, vuelva a empezar, quizás moviéndose más despacio aún que en su primer intento. No es necesario retirarse a la otra punta de la habitación. Empiece cada vez desde la posición que ya ocupaba en cada intento. La paciencia, la atención y la repetición son las palabras claves que darán como resultado el éxito en este y en todos los demás tipos de adiestramiento.

Recuerde que no debe dejar de hablar dulcemente y de modo tranquilizador a su ninfa durante todo el tiempo que dure el adiestramiento. Lo que diga no importa realmente, siempre y cuando diga algo. La voz humana, usada de modo correcto, inspirará confianza y tendrá un efecto calmante. De ningún modo debe reñir o gritar a la ninfa con una actitud agresiva durante el adiestramiento; eso no haría más que complicar mucho su labor.

El adiestramiento inicial de una ninfa (carolina) lleva bastante tiempo y puede resultar muy fastidioso para el preparador. Sin embargo, si su meta es tener una ninfa domesticada, rendirse estaría fuera de lugar; debe asegurarse de que hace algún progreso en cada sesión de adiestramiento, por pequeño que sea. De lo contrario, el adiestramiento a partir de entonces se volverá difícil, tedioso y frustrante para el preparador, y penoso para la ninfa.



LA ESCALERA

Tras el adiestramiento inicial, que puede durar pocas o muchas lecciones dependiendo de la personalidad de la ninfa, puede proceder a enseñarle otros trucos. Cuando la ninfa (carolina) este fuera de la jaula, enséñele a moverse de una mano a otra, de la mano a la percha en T y viceversa, o de una percha a otra. Siempre háblele y elógiela pródigamente cuando haga lo que usted quiera. Algunos criadores prefieren dejar una ninfa posarse una o dos veces en el dedo o en la percha antes de colocarla de nuevo en la jaula (la cual considerara como una especie de refugio).

Siempre que su ninfa (carolina) haya aprendido algo nuevo, por simple que sea se entusiasmará, aunque no lo ponga de manifiesto de inmediato. Para tranquilizar a la ninfa debe dejarla descansar en su jaula durante una media hora antes de empezar de nuevo. Esta vez puede dejar al ave posarse aquí y allá cuatro o cinco veces. Cuando se pose sobre su mano o sobre la percha, a menudo mirara inquisitivamente alrededor de la habitación, y tal vez salga volando a explorar. Eso no tiene nada de malo, por supuesto, y si usted ha llevado acabo el adiestramiento correctamente, no debería tener ninguna dificultad en conseguir que la ninfa vuelva a su dedo o a la percha o dentro de su jaula.

Una vez que la ninfa (carolina) esta acostumbrada a moverse de una mano a otra y a regresar a su jaula, habrá llegado el momento de andar despacio por la habitación con el ave posada con frescura ya sea en la mano, en el dedo o en la percha, hablándole continuamente de modo tranquilizador. Una vez que se ha llevado a cabo esto con éxito, desvuélvala a la jaula durante una media hora más o menos, y luego inténtelo de nuevo. Para darle a la ninfa (carolina) más confianza intente sujetarla (en la mano, en el dedo o en la percha) un poco por encima de su cabeza. A una ninfa le gusta situarse tan alto como le sea posible; se siente más segura ahí arriba. La proximidad de su voz puede ponerla un poco nerviosa al principio, pero pronto se acostumbrará al sonido.

Cuando utiliza una segunda percha, haláguela para hacer que pase de una a otra con una amable presión en su vientre. Empiece imitado una escalera, manteniendo una mano un poco más abajo que la otra. Tan pronto como la ninfa (carolina) cambie de manos, ponga la primera mano encima de la segunda, etc., de modo que se mueva como si subiera por una escalera. Pronto podrá hacerla subir y bajar por su escalera como usted quiera. Cuando intente esto por primera vez, el nuevo alumno probablemente se sentirá un poco confuso y empezara a revolotear de un lado para otro. En tal caso, revuélvala con calma a su jaula e inténtelo de nuevo más tarde; tendrá éxito a su debido tiempo. Si la ninfa se pone muy nerviosa y revolotea por el suelo, acérquese despacio y ofrézcale su mano, el dedo o la percha en T. Tómeselo todo con calma y háblele de modo tranquilizador todo el tiempo. Si la ninfa (carolina) corre o se va volando, deje que se calme y que inspeccione los alrededores antes de intentarlo otra vez. Si tiene la necesidad de atrapar rápidamente a un ave nerviosa por alguna razón, use una toalla, jersey o un artículo similar para tirárselo por encima. No utilice la mano desnuda para atrapar a una ninfa (carolina) nerviosa, porque le morderá y el mordisco de una ninfa puede ser extremadamente doloroso.

Si tienen que retener a una ninfa (carolina) en su mano, deje que su espalda descanse contra la palma de su mano. La cabeza del ave debe sujetarse suavemente con el pulgar y el dedo corazón alrededor de su cuello, y con el dedo índice sobre su cabeza, como un "yelmo". Coloque su dedo anular alrededor de su abdomen y deje que su meñique descanse debajo de sus patas o en línea con su cola.

Una vez que la ninfa (carolina) haya aprendido estas lecciones iniciales, no encontrara demasiado difícil enseñarle el ejercicio "de la escalera". Algunos entrenadores han descubierto que las cosas son algo más fáciles para una ninfa si practica los ejercicios frente a un gran espejo. Tras reponerse del sobresalto de ver a "otra ninfa", pronto querrá lucirse e intentar impresionar a su reflejo. En algunos casos incluso la ninfa se enamora de si misma. Eso no tiene nada de malo, por supuesto, siempre y cuando siga prestándole atención a la ninfa y la deje en paz durante sus románticos hechizos.

El adiestramiento de las ninfas (carolinas) y de muchas otras especies de aves no es difícil siempre que se haga con devoción y comprensión. Como el profesor humano es a menudo considerado como padre/madre, y como el patrón de conducta de la ninfa dicta que una gran parte de su "educación" consiste en copiar ejemplos prescritos, no es en absoluto difícil para una ninfa aprender ciertos trucos y juegos.

Una ninfa (carolina) debe recibir siempre una atención especial de su dueño y nunca debe ser condenada a pasar su vida entera en solitario confinamiento dentro de una jaula. Una sola ave adiestrada necesita mucha atención cada día. Se podría tener juntas a las aves adiestrada y las no domesticadas, pero si tiene ninfas no domesticadas, manténgala alejadas de aquellas que haya sido adiestradas. Una ninfa adiestrada pronto adoptara los "malos hábitos" de sus amigas no adiestradas y olvidara gran parte de lo que se le haya enseñado. Algunos entrenadores, encuentra preferible mantener a todas las aves adiestradas separada, aunque esto no es totalmente necesario. Por supuesto, puede dejar que las ninfas adiestradas "actúen" como grupo, pero tan pronto como se acabe el espectáculo, debe separarlas de nuevo unas de otras para que no se copien unas a otras su peculiar manera de mostrar sus habilidades. Fundamentalmente, no hay nada de malo en esta actividad de grupo, pero existe alguna posibilidad de que algunas ninfas pierdan su lealtad hacia su "cuidador". Las ninfas criadas a mano, las cuales han dependido del cuidador humano prácticamente desde su nacimiento, son sin duda más fáciles de adiestrar. Pero las aves jóvenes generalmente son dóciles, sin importar cómo hayan sido criadas. Las ninfas más viejas también pueden ser adiestradas, pero en ese caso se requiere más tiempo, dedicación y paciencia.



TRUCOS

La mayoría de nosotros ha oído, en algún momento de su preparación, que todos los animales aprenden mediante un proceso de asociación. El psicólogo ruso Iván Petrovitch Pavlov (1849-1936) demostró esto en sus experimentos con perros. Cada vez que daba de comer a unos perros, hacia sonar una campana. Al poco tiempo, los perros empezaban a salir cada vez que oían la campana sin que se les diera de comer. Para el adiestramiento de ninfas, este proceso de asociación puede ser realmente muy útil. Si la ninfa (carolina) es recompensada cada vez que lo hace bien, asociará la cosa que haya hecho bien con la agradable recompensa. En otras palabras, se dará cuenta de que la recompensa es una consecuencia de su acción.

¿Qué tipo de recompensa se le debe ofrecer? He descubierto que la ramita de mijo es una elección sensata. Las ninfas las encuentran deliciosas y nunca parecen cansarse de ellas.

Ocasionalmente, una ninfa puede aburrirse durante el adiestramiento o mientras actúe, como si su mente estuviera "a muchos kilómetros" y no tuviera el más mínimo interés por el tema en cuestión. Una buena manera de recuperar toda la atención de la ninfa es usar un "grillo", uno de esos juguetes corrientes que emiten un chasquido cuando se presiona una lengüeta de metal. El tono penetrante de los chasquidos pronto volverá a despertar el interés de la ninfa por el "juego", después del cual, por supuesto, es conveniente ofrecerle algunas semillas como recompensa.



SIN COMIDA

Otro método que vale la pena intentar es quitar la tolva de comida de la jaula de la ninfa (carolina) un par de horas antes de cada sesión de adiestramiento (pero no le deje más tiempo sin comida). Una vez que su ninfa esta domesticada, puede intentar darle de comer con la mano. Primero ofrézcale un poco de mijo u otras semillas sabrosas, y haga sonar el "grillo" tan pronto como la ninfa las acepte. En adelante, cada vez que le dé una recompensa especial a su ninfa, haga el mismo chasquido; pronto asociará el sonido con la comida que tanto le gusta.

Por lo que se refiere a los diferentes tipos de trucos que quiera enseñarle a su ninfa, existen muchas posibilidades. A veces, la ninfa (carolina) descubrirá o incluso inventara sus propios trucos y juegos.

RECORTE DE ALAS

Muchos adiestradores cortan las plumas del ala de la ninfa (carolina) para evitar que vuelen por la habitación durante el proceso de adiestramiento. Pero hay muchos casos en que no se les corta y el adiestramiento da el mismo resultado.

Naturalmente, si las alas de una ninfa que aun no esta domesticada están cortadas, no tendrá que perseguirla demasiado lejos si se va de la percha en T.

Sin embargo, si trata a la ninfa (carolina) de manera tranquila y serena, y toma las precauciones adecuadas para evitar que se marche de la habitación cuando esta fuera de su jaula, cortarle las alas no cambiara mucho la situación. En último término, la decisión a favor o en contra podría depender del temperamento de cada ninfa en particular (especialmente en el caso de un ejemplar viejo). Podría empezar a adiestrarla sin cortarle las alas. Luego, si encuentra que la ninfa es bastante obstinada, podría ser una buena idea recortar algunas plumas de vuelo.

Si le parece oportuno recortar, debe hacerlo en ambas alas, a fin de que el ave sea incapaz de volar. Utilice unas tijeras afiladas y recorte todas las plumas excepto las dos remeras primarias más externas y siete de las plumas secundaria de cada ala, tan cerca de la base como sea posible. Tenga mucho cuidado de no cortar demasiado las plumas, ya que eso podría dar lugar a hemorragias. A una ninfa (carolina) no le produce dolor que le recorten las plumas, y después de la siguiente muda, las plumas cortadas serán reemplazadas por unas nuevas. Así pues, si la ninfa no esta completamente adiestrada para entonces, será necesario recortar de nuevo.



LA NINFA PARLANTE

Una vez que una ninfa (carolina) ha sido adiestrada para que vaya a la mano, uno puede realmente concentrarse en enseñarle hablar. Muchos aficionados son de la opinión que a una ninfa se la pueda domesticar y enseñar hablar al mismo tiempo, pero es mejor domesticar antes a la ninfa y después enseñarle hablar. Más adelante, en esta sección se describe un método de adiestramiento simultáneo para aquellos que quieran intentarlo. No todas las ninfas aprenden con facilidad, depende del carácter de cada una. En comparación con muchos loros, que pueden aprender fácilmente 100 palabras o más, las ninfa (carolinas) pueden aprender un número limitado de palabras y expresiones, aunque son bastante capaces de aprender a silbar melodías. Aunque las ninfas jóvenes son generalmente las mejores alumnas, no es imposible adiestrar a una ninfa que sea ya algo mayor, siempre y cuando el adiestrador tenga el entusiasmo y la paciencia necesaria.

Antes de embarcarse en enseñar a hablar a una ninfa, esta debe sentirse completamente a gusto con su adiestrador. Un ejemplar recién llegado debe colocarse siempre cerca de la gente, pero no tanto como para que se asuste. Una vez que empecen las lecciones, las distracciones (tales como niños jugando ruidosamente, perros ladrando, música alta) deben mantenerse fuera del alcance de la vista y del oído. En el caso de que su ninfa (carolina) estuviera asustada durante los primeros días de adiestramiento, solo tratándola con paciencia y consideración podría hacerle recobrar su confianza y toda su atención por las palabras y frases que quiera enseñarle.

Esto no puede hacerse en pocos días; podría suponer varias semanas de duro trabajo. Para hacer que la ninfa confié en usted y le quiera, debe prestarle toda su atención. Si no puede o no va hacerlo, entonces no espere tener mucho éxito al adiestrar y enseñar a su ninfa a hablar. Una ninfa a la que solo se le suministre su ración diaria de comida y agua y, por lo demás, se la deje para que se las arregle por si sola nunca llegara a estar domesticada y, por supuesto, nunca aprenderá a repetir palabras.

INTELIGENCIA

La mayoría de las personas seguramente ya saben que los animales aprenden solo por imitación y/o repetición. Las ninfas (carolina), no pueden razonar o pensar de la misma manera que nosotros, aunque algunas aves dan realmente la impresión de ser capaces de hacer justamente eso. Por tanto, hay que enseñar a la ninfa (carolina) a repetir o imitar cosas que haya atraído su atención. Se les debe enseñar la repetición de ciertas frases y las respuestas a ciertas preguntas de modo que las usen en momentos apropiados. (En la sección: Usar la psicología de la ninfa podrá encontrar información complementaría).

MACHO O HEMBRA

Muchos adiestradores creen firmemente que no importa si la ninfa que va adiestrarse es macho o hembra. A pesar de la extendida creencia de que el macho es más fácil de adiestrar, se ha encontrado que ambos sexo son igualmente capaces de aprender a realizar juegos y a repetir palabras y frases. Naturalmente, usted puede encontrar un "zopenco" en cada sexo. Se ha observado varias veces que las ninfas mejor adiestradas son simplemente las alumnas favoritas del adiestrador, sean macho o hembras.

Un hecho digno de mención es que los niños y las mujeres son mejores instructores, probablemente porque el tono de la voz de una mujer o de un niño es mucho más fácil de imitar para una ninfa que la voz de un hombre o de un chico ya mayor.



DISTRACCIONES

Esta ampliamente aceptada la teoría que explica que cubriendo la jaula con un trapo o un periódico, de modo que la ninfa (carolina) no pueda ver a su profesor, esta aprende palabra más rápidamente. Algunos adiestradores están convencidos de que a un ave le gusta oír y ver a su profesor. No obstante, si usted seda cuenta de que su ninfa aprende mejor cuando no puede verle, entonces naturalmente tape la jaula. Cubrir tanto la parte de atrás como los lados de la jaula tiene la ventaja obvia de que la ninfa (carolina) no se distraerá con nada que este sucediendo a su alrededor. Así, el ave le prestara toda su atención.



MANTENER SU ATENCIÓN

En cada sesión de adiestramiento, debe solicitar la atención de su ninfa (carolina) y disponer el escenario a fin de conseguir los mejores resultados. Las campanas, espejos y otros juguetes que distraigan su atención deben apartarse mientras usted este adiestrando a la ninfa. Nunca intente adiestrar a dos ninfas al mismo tiempo. Aun que estén en diferente jaulas, dos aves en la misma habitación se imitaran una a la otra antes de escuchar a un adiestrador humano.



LENGUAJE OFENSIVO

A muchos de los que tienen aves parlantes, por una u otra razón les gusta enseñarle palabras obscenas u ofensivas. Dicha práctica es muy infantil y de muy mal gusto. Estos adiestradores deberían tener en cuenta el hecho de que la ninfa podría poner a su familia en una situación embarazosa al usar una palabra mal solamente en un momento o lugar inapropiado. No es en absoluto difícil enseñar a una ninfa un lenguaje desagradable. Las palabras utilizadas suelen ser cortas y tienen una combinación de silabas fácilmente repetible. Sin embargo, esta es una excusa pobre para enseñar a las ninfas cosas que ellas no entienden y que podrían ofender a alguien y afectar a los niños de manera adversa.

UN MÉTODO DE ADIESTRAMIENTO

Mucha gente que ha adiestrado ninfas (carolinas) para que hablen han llegado a la conclusión de que el proceso lleva a mano mucho menos tiempo del que se esperaba al principio. Por comparación los niños a menudo tardan dos años o más para aprender a formular un discurso inteligible o sensato. El primer requisito para enseñar con rapidez a su ninfa a repetir palabras y frases es que usted tenga la paciencia necesaria y que ame la tarea que tiene por delante. Por ejemplo, un ave que se muestra desinteresada o es una alumna "difícil" nunca debe ser castigada, sino, por el contrario, debe ser tratada con amor y cariño.

La palabra o frase que se vaya a enseñar debe ser pronunciada claramente en el mismo tono y a la misma velocidad a intervalos durante un periodo de unos quince minutos, después del cual se hará una pausa de cinco minutos antes de continuar con la misma lección. Durante la pausa la lección debe empezar a asimilarse, así que asegúrese de que no haya otras distracciones. No hable con nadie de manera que la ninfa (carolina) los oiga, ni encienda la radio o la televisión luego, tras la pausa, empiece de nuevo y use solo las mismas palabras o expresiones.

Después de tres o cuatro sesiones por la mañana, la ninfa puede dejarse sola para que reflexione sobre lo que ha oído hasta la tarde, cuando repita las lecciones dos o tres veces más. No elogie al ave hasta que domine una palabra o expresión determinada perfectamente. Aparte de las lecciones específicas de habla, le será útil una palabra o expresión apropiada cada vez que entre en la habitación en la que tenga la ninfa. Su saludo de "buenos días" puede considerarse como parte del material del adiestramiento, así como sus "buenas noches" cuando apegue la luz para retirarse.

Si este método de instrucción no parece funcionar después de un periodo razonable (3 o 4 días seria lo adecuado), tendrá que intentarlo con otro método. La ninfa puede que progrese más en una habitación a media luz, dos veces al día, en sesiones de adiestramiento cortas de unos treinta minutos cada una. La ninfa (carolina) debe poder oírle pero no verle, y a la larga usted recibirá su recompensa al oír repetir lo que le haya enseñado. Recuerde que nunca debe perderla paciencia ni castigar al ave de ninguna forma. Cualquiera de estas acciones muy probablemente tendrá un efecto opuesto a sus intenciones, porque la ninfa asociara el aprendizaje con el castigo. Con un solo gesto de impaciencia o palabra de enfado puede convertir a su ave dulce y mansa en una criatura nerviosa y agresiva, la cual requerirá entonces incluso más paciencia para volver a la "normalidad". Solo tratando a sus animales con el mayor amor que pueda reunir, estos responderán con gratificante obediencia, devoción y afecto (lo cual es mucho más importante que cualquier truco para aprender con el que puedan, o no, tener éxito).



USAR LA PSICOLOGÍA

Adiestrar una ninfa será mucho más fácil si sabe un poco de su psicología y aplica este conocimiento a las lecciones. La asociación entre tiempo y acción (entes caso la palabra hablada) es muy fuerte en psitácidas y otras aves parlantes. Por ejemplo, si quiere que su ninfa (carolina) diga "buenos días" en el momento idóneo del día no tendrá sentido enseñarle esta frase por la tarde. Por tanto, use "buenos días" solo por las mañanas, "buenas noches" por la noche, "adiós" cuando alguien se vaya, etc. Si quiere que su ninfa repita el nombre de un tipo en particular de semilla o de comida, entonces repita ese nombre cuando le sirva la comida. La ninfa asociara así la palabra con el tipo de comida en particular y la dirá solo cuando lo vea. Es interesante apuntar que a las ninfas (y otros loros) se les puede enseñar a usar correctamente los nombres de los miembros de la familia.

Muchos adiestradores han obtenido grandes éxitos simultaneando la domesticación y el adiestramiento en el habla. Un método común usado para hacer esto es el que sigue: tras dar al recién llegado el agua y la comida adecuada en su primer día, retire todos los platos de comida y agua de la jaula la misma tarde. A primera hora de la mañana del día siguiente, déle de comer a mano a la nueva ninfa y déle agua, todo el tiempo repitiendo la palabra que quiera que aprenda. Al poco tiempo, la ninfa asociara las palabras que usted le este enseñando con el hecho de que esta a punto de recibir una buena comida, y pronto aprenderá a repetir esas palabras. Cuando vaya a enseñarle nuevas palabras, puede usar el mismo método, hasta que el ave haya "aprendió a aprender". Después debería ser sencillo enseñar a la ninfa de la manera descrita en primer lugar, ya que el adiestrador, no la comida, se habrá convertido en el aliciente para aprender. De igual modo, su sola presencia debería ser suficiente para incitar a su emplumado amigo a representar su repertorio entero. Al recompensar al ave con un poco de su comida favorita después de cada representación, asegurara, por supuesto, que no pierda interés en responder a sus indicaciones con la reacción adecuada.

Algunas ninfas (carolinas) tienen el hábito de rehusar hablar cada vez que usted se acerca a sus jaulas. Una ninfa puede usar el repertorio que se le ha enseñado para atraerle a su jaula, asociando su uso con la compañía y el cariño que anhela. Una vez que llegue a la jaula, el ave considerara que su táctica ha funcionado y así pues no necesitara más necesidad de hablar. Si se vuelve para irse, la ninfa empezara a hablar de nuevo, a menudo con un torrente de palabras y expresiones elaboradas con el fin de persuadirle, de que se quede.

Las primeras palabras són las mas difíciles de enseñar a la ninfa para que las repita. Sin embargo, con el tiempo desarrollara una creciente aptitud para aprender palabras nuevas, expresiones o incluso frases. Tendrá que dar a su ninfa (carolina) tanta atención como pueda, poniendo un continuo esfuerzo en enseñarle. Sin esfuerzo, no tendrá éxito. Sin embargo, a medida que la amistad con su ave se haga mas estrecha, su atención y esfuerzo ya no le parecerá un trabajo rutinario (si es que alguna vez lo había sido) y esperara ansiosamente complacer cada contacto que pueda tener con su pequeño amigo emplumado.



GRABADORAS

Existen una serie de discos y cintas que dan instrucciones para el adiestramiento de loros, periquitos y aves mina. Si quiere tener éxito rápidamente al enseñar a su ave, podría serle útil dicho disco, especialmente si no tiene mucho tiempo para adiestrarla personalmente. Un disco muy bueno es Train your bird in stereo (Adiestre a su ave en estero), preparado por los famosos avicultores americanos Henrry J. Bates y Robert L. Busenbark. Un folleto claro e interesante acompaña al disco. La cinta de video The Cockatiel (La Carolina) del Dr. Matthew M. Vriends, también esta disponible en muchas tiendas de animales. Otra alternativa seria, si usted tiene una grabadora, simplemente grabar las diversas palabras y frases que quiera que aprenda, y a partir de ahí todo lo que necesitará es poner la grabación tantas veces como quiera, hasta que la ninfa (carolina) logre repetir las palabras de manera impecable. Otra ventaja de este método, es que puede dejar a la ninfa a su aire mientras suena Jacinta y aprenderá en su ausencia. Si su propia voz esta en la grabación, naturalmente la ninfa pensara que usted esta presente, ya que reconocerá su entonación personal.

El talento repetitivo de una ninfa (u otra especie de ave imitadora) no se limita a palabras y expresiones. Tarde o temprano notara que su ninfa esta repitiendo sonidos tales como, por ejemplo, el silbido de otra ave, no necesariamente de su propia especie. Hay loros del Amazonas que imita impecablemente el chillido de una carretilla, el chirrido de bisagras de puertas mal engrasadas, e incluso ¡la tos de fumador del abuelo! Cualquier sonido que pueda ser imitado atraerá pronto la atención de un ave si el sonido es repetido lo bastante a menudo. Tómelo como una advertencia de amigo.

RADIO Y TELEVISIÓN

Las ninfas (carolinas) pueden aprender a repetir cuarenta palabras o más. Pueden incluso decir frases cortas en el momento apropiado. Sin embargo, muchas aves de la familia de los loros (periquitos) tienen dificultad para vivir con una radio, televisión o reproductor de CD en marcha. En tal entorno, pasaran por alto todo lo que han aprendido y reaccionaran chillando tan alto como puedan. Si tiene más de un ave la situación llega a ser incluso peor: sus animales competirán unos con otros para ver quien grita más alto.

A los periquitos también les gusta hacer eso. Por el contrario, muchas aves muestran un cierto aprecio por la música suave y melódica, y hay loros, periquitos y ninfas balanceando su cabeza como siguiendo el ritmo de la melodía.
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#2
Este sistema se puede aplicar a una ninfa con que edad? Y se debe obtener resultados a cuanto tiempo? Gracias
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#3
Pues yo no lo he probado, pero supongo que cuanto más jovencillo sea pues mejor será. Personalmente yo me doy por satisfecha simplemente conque esté conmigo y no me tenga miedo y oirle tararear las canciones que le canto o repetir las cosas que con mucha paciencia aprende a decir.
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#4
Gracias Leles, por cierto, que tiempo tiene la tuya?
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#5
Siete meses tiene ya, y cada día te sorprende con pequeños detalles Sonrisa
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#6
La verdad es que no había pasado por este post y está realmente interesante¡ Gracias como siempre leles¡
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