Pajaro Silvestre

Versión completa: Mi loro es muy miedoso ¿Cómo abordar la neofobia en loros de compañía?
Actualmente estas viendo una versión simplificada de nuestro contenido. Ver la versión completa con el formato correcto.
Una de las principales causas de consulta que remiten al veterinario los propietarios de loros, es que sus aves tienen miedo a una gran cantidad de objetos, entre estos sus juguetes.  Esta condición se llama técnicamente neofobia y se define como una respuesta intensa de temor ante estímulos nuevos.  Como pueden ser juguetes, ingredientes de la dieta, prendas de ropa de colores vivos, cajas de cartón, perchas u otros accesorios de la jaula…

¿Es normal que los animales muestren temor?

El temor o miedo como respuesta inmediata a un estímulo que se reconoce como amenaza es normal e incluso indispensable para anticiparse al peligro y garantizar la supervivencia del individuo.  Sin embargo, cuando esta respuesta es exagerada en intensidad, frecuencia y/o duración se convierte en un problema de comportamiento que compromete el bienestar del ave.  No es deseable, bajo ninguna circunstancia, que un loro de compañía muestre un alto grado de neofobia a estímulos que componen naturalmente su entorno.

¿Por qué algunos loros manifiestan neofobia y otros no?

Como todo comportamiento, la manifestación de miedo está influenciado por el entorno en el que se encuentra el animal, su propia percepción del ambiente, así como sus experiencias previas y la carga genética dada por la evolución de su especie.

Concretamente, la manifestación de neofobia está estrechamente vinculada a la socialización -etapa sensible al aprendizaje, durante la cual los animales aprenden cómo está constituido su entorno- Loros que han pasado esta etapa de su desarrollo con una pobre estimulación física, mental y social construyen, en consecuencia, una visión muy simple de su entorno por lo que no son capaces de adaptarse correctamente a cambios en su ambiente.  Carecen de recursos como pautas de comportamiento, necesarias para afrontar satisfactoriamente situaciones o estímulos desconocidos.

También loros que han sido correctamente socializados (expuestos a la mayor cantidad y diversidad de estímulos, como a los que tendrán durante su vida adulta como loros de compañía) pero que al cabo de unos meses y durante años viven sin ningún tipo de estimulación, se convierten rápidamente en loros rígidos mentalmente con serios problemas de adaptación a cambios en su entorno.

¿Cómo reducir o eliminar la neofobia en mi loro de compañía?

Si tenemos un loro que responde con mucho temor, debemos no forzarlo, pues estaremos complicando la situación.  Necesitamos en cambio, evitar aquellas situaciones que desencadenen respuestas muy intensas de miedo.  Optemos por el trabajo paciente, constante y en concordancia con el ritmo que cada individuo nos marque.

Para definir la estrategia utilizaremos algunas formas sencillas de aprendizaje como la desensibilización, la cual consiste en presentar simultáneamente al estímulo adverso, en este ejemplo un juguete, un estímulo positivo como un premio o recompensa, de esta manera al cabo de varias repeticiones el efecto negativo del juguete quedará contrarrestado gracias al efecto positivo del premio.

También resulta sumamente efectivo el uso de la facilitación social, esto es que el loro adquiera confianza a partir de el éxito durante una experiencia de otro individuo, que puede ser otro loro o su propietario.  en otras palabras, que nosotros mismos juguemos con aquel objeto nuevo, hasta que el loro muestre interés por nuestra actividad.

Como parte de la estrategia, es de vital importancia que cada día propongamos un pequeño cambio en el ambiente al que nuestro loro deba enfrentarse, pero siempre en la magnitud que le permita resolverlo exitosamente. De esta manera, aprenderá que su entorno es dinámico, que está en constante cambio, pero que esta condición no supone ningún peligro para él.
Implementar un programa de enriquecimiento ambiental acorde a su edad, especie y condición comportamental, desde el primer día que tenemos al lorito en casa, es sin duda una de las tareas básicas indispensables de todo propietario responsable de un loro de compañía.